Diplomado bonito

Sucede que esto de reconocerme divulgadora es cosa reciente. Justo en el ejercicio de acomodar memorias, bagaje y agenda —un poco para el CV, otro tanto para no olvidar los pasos andados—, até los cabos sueltos: soy divulgadora desde la primera vez que entré a la cabina de radio de la entonces Estéreo Frontera, en 1998.

No lo supe entonces. Tampoco cuando decidí ingresar a la Universidad Autónoma de Baja California, a estudiar Comunicación en 1999. Un poco por intuición, sin embargo, me mantuve en este camino. Una serie de acontecimientos fueron sumándose hasta que, en 2020, empecé a divulgar literatura desde mi revista Hipérbole Frontera.

En 2021, gracias al espacio y la oportunidad en www.iberotjradio.com, volví a la producción y conducción radiofónica —sí— en torno a los libros y las historias que se cruzan con ellos. InterSecciones nació y seguí en mi talacha divulgadora de literatura.

No hubo vuelta de hoja. Mi espíritu de eterna estudiante me llevó a buscar profesionalizar esta práctica… y encontré la maravillosa oferta de la UNAM, desde la Dirección General de Divulgación de las Humanidades. Y aquí estoy, estrenando plataforma y App en el celular; lecturas y docentes fascinantes. En 5 módulos espero nutrirme de lo necesario para crecer mi desempeño divulgador… porque la vocación es grande y gozosa.

Ya les contaré, ya les contaré. En tanto, feliz, feliz. Seguimos.

Anterior
Anterior

Disfraz

Siguiente
Siguiente

Rutas posibles: George Sand