Bouquets of sharpened pencils

Septiembre llega y me alegro. Hay toda una serie de motivos; por ejemplo, que siempre lleva, entre sus días, al otoño. Y yo soy mujer de otoño, ineludiblemente. Soy de sus ocasos, de su paleta de color… de las bufandas prontas, dispuestas a envolvernos los suspiros; de la inasible nostalgia que lo inunda todo.

Yo le amo, además, porque hace 16 años me trajo una cría fabulosa. Y apenas al alba del primer día del mes, ya mi corazón da brincos en celebración de esa vida que me significa, desde su atisbo, el mayor milagro. La suma de las emociones —todas— más vívidas.

Además, de mi infancia recuerdo, gustosa, los primeros días de clase. El aroma de los uniformes, los útiles escolares y los libros de texto nuevos. La promesa de las páginas en blanco y los lápices con la punta recién afilada. La emoción de conocer a mi nueva profesora, el nuevo salón… el pupitre que ocuparía durante los meses por venir. Era septiembre un mes para iniciar algo: el asombro de aprender y saberme un año más adelante del anterior.

Este año, septiembre inició con teatro. Luego de varias oportunidades perdidas, el 1° de septiembre pude acudir a la presentación de «The Frontera Project», de Tijuana Hace Teatro y New Feet Productions. Valga decir que esta puesta en escena se gestó desde 2019. En 2020, en el marco del confinamiento mundial por la pandemia, el proyecto se desarrolló a través de reuniones vía Zoom. En un par de esas ocasiones, gracias a la invitación de Ramón Verdugo y Jesús Quintero, participé escribiendo «in situ» un poema, a partir de las palabras y emociones generadas en la interacción con las personas participantes (de ambos lados de la frontera). Uno de esos poemas, «Colmena de esperanza», forma parte ya de la versión final de la obra. Si bien las experiencias creativas del 2020 fueron en sí mismas asombrosas de atestiguar; presenciar tres años después la obra, con el poema musicalizado e interpretado por los actores y actrices, fue tremendamente conmovedor: el poema se volvió mucho más poderoso en escena de lo que alguna vez pudo ser en papel.

A este septiembre de 2023 le agradezco, de entrada, este hermoso regalo. A todos y todas en «The Frontera Project», mi sincero reconocimiento por la genial labor que realizan llevando las realidades fronterizas de esta región a cada espacio donde se presentan; demostrando así que nuestras semejanzas son mayores y más profundas que cualquier diferencia.

Septiembre inicia y aún hay mucho por celebrar… si pudiera, les regalaba a cada uno de ustedes «a bouquet of newly sharpened pencils».

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